La guerra económica contra Rusia llevó a no alquilarles más los aviones occidentales que tenía, de forma que se los quedaron sin poder volar fuera de sus fronteras. Sin embargo, las sanciones no prohibieron la venta de aeronaves. De este modo, Aeroflot comunicó la compra de ocho aviones A330 que pertenecían a compañías occidentales y que los tenían fuera de uso.
Nadie sabe cuánto durará este bloqueo, pero al menos será de unos años, por lo que las compañías aéreas rusas tienen que buscar soluciones al problema que padecen de falta de aviones con los que volar a Occidente por confiscación judicial por impago.
Esta es una solución: esos ocho aviones A330 no podrán ser embargados pues no son la garantía de los aviones alquilados y no están sujetos a ninguna sanción.
Aeroflot no declaró qué aviones concretamente son, pero cuando estén trasferidos a los registros rusos seguramente se sabrá.
Las sanciones europeas aplicadas a Rusia prohíben dar contratos y su ejecución púbica o dar concesiones a nacionales rusos o a entidades o cuerpos establecidos en Rusia. Esto se aplica, por supuesto, a Aeroflot. Pero el 8 de abril se habilitó una excepción que permite a las autoridades europeas “la ejecución de un alquiler financiero de un avión antes del 26 de febrero de 2022, en la medida en que ello es necesario para asegurar repagos de alquileres”. Esto significa que no se pueden hacer pagos después de la trasferencia de la aeronave. Es decir que Aeroflot se ha podido hacer con los aviones en la medida en que no ha sido necesario hacer pagos.
Los aviones fueron entregados como parte del cumplimiento de obligaciones no satisfechas, es decir que se le debía dinero a Aeroflot que ha cobrado con las aeronaves.
